Hoy tenemos la suerte y el honor de tener con nosotros a ESPIDO FREIRE, que es, entre otras cosas, una de las escritoras más destacadas de la narrativa actual en español.
Sesión de 9:10 a 10:05.
Sesión de 10:05 a 11:00.
Espido Freire nació en Bilbao en 1974. En 1998 apareció su primera novela, Irlanda, que fue galardonada por los libreros franceses como libro revelación extranjero. Al año siguiente, con tan solo 25 años, se convirtió en la persona más joven que ha ganado hasta ahora el prestigioso Premio Planeta, con la obra Melocotones helados. Le siguieron novelas como Diabulus in Musica, Soria Moria, Llamadme Alejandra o la más reciente De la Melancolía.
En 2001 publicó su primer libro de narrativa juvenil, La última batalla de Vincavec el bandido. En 2016 publica la obra que en acabamos de leer hace escasamente un mes: El chico de la flecha, que es la primera de una trilogía de aventuras que tienen como telón de fondo la Hispania del Imperio romano del siglo I. La completan, también con Marco como protagonista, El misterio del arca y La suerte está echada.
Además de la novela, ha cultivado también con éxito géneros como el ensayo, el relato y la poesía. En realidad, no debe de haber casi ningún género que Espido Freire no haya abordado. Entre sus obras más recientes, queremos destacar Pioneras, una selección de biografías de veinte mujeres españolas e hispanoamericanas dignas de admiración por adelantarse a su tiempo, destacar en su profesión o ayudar a otras mujeres a abrirse paso.
Y aunque ha escrito mucho, Espido Freire lee más de lo que escribe. Cuando tenía cinco años, la hicieron socia de una biblioteca municipal, con un carné que aún conserva, y nunca ha dejado de leer, con voracidad: Walter Scott, Shakespeare, las hermanas Brontë, Jane Austen, Dostoievski, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Margaret Atwood… son solo una ínfima lista de autores de cuyos libros ha aprendido y disfrutado.
Pero ya de niña, de adolescente, además de leer todos los días, necesitaba contar a sus amigas, a sus compañeras, las historias que había leído. Es probable que de ahí surgiera su necesidad de escribir cuentos y novelas; se puso manos a la obra muy pronto, y ha cumplido –sigue cumpliendo- su sueño de entonces: dedicarse a la literatura. En una entrevista publicada hace unos meses, a la pregunta: “Pero, realmente, ¿por qué escribes?”, contestaba: “Es mi trabajo. Es mi vida. Es mi pasión.”.
Sí, a nosotros Espido Freire nos parece un ejemplo de pasión por las palabras y por la fantasía. Muchas gracias por compartir este encuentro con tus lectores del Instituto Castelar.
Proyecto TVEDUPLUS, la nueva TV educativa del IES Castelar, se encarga de la grabación.
JM. Calero (@kalerolinex)